Desde la FICS un ruego: ¡ qué nadie los olvide!, ¡qué permanezcan en el corazón de todos! Personas como José María, en San Juan de Ortega, hicieron aún más grande al Camino. Creyentes y no creyentes (él lo era) sólo pueden, en agradecimiento, dedicarle una oración de amistad, en cualquier idioma, en cualquier creencia o desde ninguna. A él le gustaría, era todo corazón y lo entregaba todos los días a los peregrinos. ULTREÍA.
